El deporte es una de las mejores formas de mantenernos activos y saludables, pero también implica ciertos riesgos si no tomamos las precauciones adecuadas. Las tan conocidas lesiones deportivas pueden aparecer tanto en principiantes como en atletas experimentados, y van desde pequeñas molestias hasta situaciones que requieren tratamiento médico y kinesiología. En esta nota, veremos qué son las lesiones deportivas, cuáles son las más comunes, y lo más importante, cómo prevenirlas.
¿Qué es la lesión deportiva?
Cuando hablamos de lesiones deportivas se hace referencia a cualquier daño que se produzca durante la práctica de una actividad física o deporte. Estas lesiones pueden afectar diferentes puntos como músculos, ligamentos, tendones, huesos o articulaciones, y su gravedad varía desde leves molestias hasta lesiones que requieran cirugía.
Clasificación de las lesiones deportivas
Para entender las lesiones de mejor manera, las podemos agrupar en dos grandes categorías en la clasificación de lesiones deportivas:
- Lesiones agudas: Ocurren de manera repentina, como un esguince, una fractura, algún edema, y otros ocasionados por impacto.
- Lesiones por sobreuso: Resultan del uso repetitivo de una parte del cuerpo sin permitirle tiempo adecuado de recuperación, como tendinopatía (antiguamente conocido como tendinitis) o estrés en las articulaciones por ejemplo.
Causas más comunes de las lesiones deportivas
Factores de riesgo internos
- Falta de acondicionamiento físico: Un cuerpo no preparado es más susceptible a las lesiones deportivas graves, sobre todo si el cambio de intensidad es muy grande.
- Técnica deportiva incorrecta: Movimientos inadecuados o la falta de técnica adecuada durante el ejercicio incrementan el riesgo de lesión.
Factores de riesgo externos
- Equipamiento inadecuado: El uso de ropa, calzado o equipo no adecuado para el deporte puede favorecer las lesiones.
- Condiciones ambientales: Superficies resbaladizas o el clima extremo también pueden propiciar caídas y accidentes.
Cómo prevenir las lesiones deportivas
De seguro, nadie quiere llegar a tener ningún tipo de lesión. Es por ello, que lo mejor es siempre prevenir una lesión, para que de esta manera no tengamos que llegar al punto de tratarlas. Algunos consejos para prevenir lesiones deportivas:
1. Calentamiento y estiramiento
Antes de realizar cualquier actividad física, es fundamental realizar un calentamiento adecuado que incluya movimientos suaves y estiramientos. Esto aumenta la circulación sanguínea y prepara los músculos, ligamentos y articulaciones para el ejercicio.
2. Técnicas adecuadas de entrenamiento
Aprender y seguir la técnica correcta del deporte que practicas es esencial para evitar movimientos forzados que causen daño. Entrena de manera progresiva y ajusta la intensidad según tu nivel físico.
3. Uso de equipo de protección adecuado
Siempre utiliza el equipo de protección correspondiente. En deportes de contacto, las protecciones en cabeza, rodillas y otras áreas clave son fundamentales.
4. Recuperación y descanso
El descanso es vital para prevenir el sobreuso de los músculos y articulaciones. Incorporar días de recuperación en tu rutina y dormir lo suficiente son estrategias clave para evitar lesiones deportivas.
5. Nutrición e hidratación
Mantener una dieta equilibrada y estar bien hidratado favorece el rendimiento físico y reduce el riesgo de lesiones. Los nutrientes adecuados permiten que el cuerpo se repare y se fortalezca.
Tratamiento de las lesiones deportivas más comunes
Si a pesar de tomar todas las precauciones sufres una lesión, es importante saber cómo actuar. A continuación, te explicamos los primeros auxilios en lesiones deportivas:
Primeros auxilios para lesiones deportivas
Existe lo que se conoce como "El protocolo RICE" (Reposo, Hielo, Compresión y Elevación) es una de las medidas más efectivas para tratar lesiones agudas como esguinces o distensiones.
- Reposo: Dejar de usar la parte lesionada inmediatamente.
- Hielo: Aplicar hielo envuelto en un paño para reducir la inflamación.
- Compresión: Utilizar una venda compresiva para controlar la hinchazón.
- Elevación: Mantener la zona afectada elevada por encima del nivel del corazón para disminuir el flujo de sangre y reducir el edema.
Cuándo consultar a un profesional
En caso de que la lesión sea severa o no mejore en 48 horas, es esencial acudir a un médico. Las lesiones deportivas graves como tendinopatías, desgarros o luxaciones requieren tratamiento especializado y, en algunos casos, cirugía.
Una vez tratada la lesión, la rehabilitación es clave para retomar la actividad física sin recaídas. Los fisioterapeutas o kinesiologos suelen recomendar ejercicios específicos, masajes y el uso de equipos como vendas compresivas para ayudar en la recuperación. El seguimiento adecuado asegura una correcta cicatrización y fortaleza en la zona afectada.
Consejos para evitar recaídas o nuevas lesiones
Por último, después de una lesión, es importante retomar la actividad física de manera gradual. Muchas veces vemos amigos o profesionales que tras una lesión retoman sus actividades y meses despues vuelven a recaer en otra lesión. Aquí te dejamos algunos consejos para prevenir recaídas:
- Comienza con ejercicios suaves y de bajo impacto.
- Incrementa la intensidad de manera gradual, sin apresurarte.
- Asegúrate de seguir los consejos de tu fisioterapeuta.
Las consecuencias de las lesiones deportivas pueden ser debilitantes si no se tratan correctamente. Un seguimiento periódico con un especialista en medicina deportiva y fisioterapia es clave para evitar futuras complicaciones.
Las lesiones deportivas son comunes, pero con las medidas adecuadas de prevención y tratamiento es posible minimizarlas y evitar que se conviertan en problemas graves. Recuerda siempre calentar, usar equipo adecuado, descansar, y seguir una nutrición adecuada. Además, contar con un kit deportivo básico puede marcar la diferencia. ¡Cuida tu cuerpo y disfruta de tus actividades deportivas de manera segura!